[…] Los Ejercicios Espirituales son un tiempo de experimentar para buscar, a las cuestiones vitales abiertas, una respuesta consistente que haga crecer la relación con la vida en su totalidad y, por tanto, también con Dios. […] A Michael le hacía sufrir la brecha social que había observado; entonces me dijo: “El próximo año me gustaría interrumpir los estudios y buscar trabajo de peón en una fábrica por dos años. ¿No te gustaría venir?” Todavía hoy me sigue sorprendiendo la rapidez de mi respuesta, porque normalmente tomar decisiones suele ser para mí una larga tortura. En seguida dije que sí, y ese “sí” cambiaría mi vida entera. […]
Cada jueves me presentaba ante la oficina con otros jornaleros, hasta que nos ofrecían trabajo. Además, me puse en contacto con el pequeño grupo alemán de sacerdotes obreros. También una vez, durante las vacaciones semestrales, Michael y yo encontramos trabajo juntos en una carbonería en Bottrop. Así se mantenía viva nuestra esperanza de llegar a fundar una pequeña comunidad de jesuitas insertos entre los trabajadores, compartiendo con ellos la vida en el trabajo y en el barrio.
[…] A veces las decisiones importantes requieren ser sometidas a prueba durante años con muchas experiencias que vayan purificando las motivaciones propias de otros intereses colaterales. Al comienzo, las decisiones propias están fundamentadas necesariamente más bien en teorías, que otras personas suelen percibir como ideologías. Luego son ya vivencias lo que se cuenta, que vuelven más comprensible el propio comportamiento y la necesaria búsqueda experiencial. DESCALZOS. Ejercicios en la calle, Christian Herwartz, S.J., Sal Terrae, 2007, p. 18-21
P. José Raúl Arbeláez SJ – Equipo CIRE Ampliado